Adiós, 2024: mi resumen del año

Acabado ya el 2024, toca hacer un resumen de mi año rolero, que no ha sido el más boyante que digamos. El peor en bastante tiempo.

Este año he dirigido solo 12 partidas dirigidas, creo que he jugado 5 y unas cuantas que no pude jugar por incompatibilidades de agenda :(. Comparado con los últimos años, es más bien poca cosa, pero comparado con años de sequía rolera, es un montón.

El problema del año ha sido la crisis de identidad rolera que he pasado, en la que cada vez me costaba más dirigir a gusto (posiblemente haya dirigido las peores partidas de mi vida); encima, uno de mis grupos, el de Mythras, se acabó cayendo justo al iniciar el año (en principio por culpa de la agenda, aunque me temo que la campaña tampoco cuajó), lo que tampoco ayudó mucho a la crisis. Y yo creo que todo este problema se me hizo visible a raíz de un artículo que publiqué en 2023 sobre mis 30 años de rol, en el que era consciente de, tras tanto tiempo dirigiendo, lo poco que había aprendido a hacerlo bien. En cualquier caso, medio superada la crisis, comenzó el problema para agendar partidas, así que he dividido el año en dos partes: la primera mitad del año, en crisis, cuando más he dirigido pero peor lo he hecho; y la segunda mitad, asumido el bache, pero en la que el número de partidas ha ido cayendo por problemas de agenda. La vida...

Para más INRI, tampoco he cumplido con el que quizá fuese mi único propósito del año, que era publicar en el blog mi sistema de juego de Rol de Paseo (que pasó a llamarse brevemente la Moneda Mecánica y ahora se llama la Moneda Rolera). Pero eso quiero corregirlo en breve, aunque sea comenzando a subir un borrador del sistema e ir luego actualizándolo.

En este 2024 he dirigido a cuatro sistemas distintos: D&D 5ª; Mythras con Fantasía Clásica, la campaña que ha caído; Pathfinder para Savage Worlds y Fate.

Los tres primeros los he usado para dirigir la campaña de Sombras sobre Voirlán. Pathfinder Salvaje también lo he usado para dirigir a mis peques, los más afectados de mi crisis porque apenas les he dirigido a lo largo del año, aunque eso es algo que intentaré solucionar en breve (si su agenda, llena de actividades más estimulantes que jugar con su padre, y la mía, llena de actividades de padre, nos lo permite). De momento, en estas dos últimas semanas de diciembre me he puesto más en serio con algo que me habían pedido (sin saber lo que pedían): prepararles un sandbox.

Para Fate, mi sistema favorito, jugamos una aventura de tres sesiones usando Starcraft como ambientación, aventura que pienso repetir en breve con otro grupo, porque creo que quedó bastante molona. Y es que Fate lo arregla todo ;).

Haré una pequeña entrada para cada uno de estos sistemas, con lo que me gusta y no de cada uno de ellos, porque me parece interesante plasmar mis ideas y así, a medio o largo plazo, poder releerme e ir viendo como han evolucionado mis gustos e ideas, teniendo en cuenta que algunos los tengo muy recientes (no llevo más de 3 o 4 años dirigiendo a Savage Worlds y a Mythras y mis impresiones iniciales han ido cambiando en ese tiempo).

Sobre el blog, poca actualización: 21 entradas, tres de ellas, microrrelatos; algunas entradas como simples actualizaciones de las dos aventuras que he subido al blog este año (la torre de Tolomeo y ¡hormigas gigantes!); un artículo con material para partidas de rol, el de objetos mágicos con tara (una idea de olla de propuestas de objetos mágicos con defectos de serie, en plan DJ trol); y, quizá el artículo que más me ha interesado personalmente, el análisis que me hice de lo que tardé en publicar una aventura en el blog, en plan amateur total, porque muchas veces uno no sé da cuenta del tiempo real que le lleva hacer una tarea específica y, además, cuando haces algo en plan cutre y ves ese todo ese tiempo que te lleva, aprecias mucho más el trabajo de lo que hacen los profesionales (que le habrán dedicado como un porrón de horas más para dejarlo bonito y no en plan chapuza).

Cerrado el año, toca dar el primer paso rolero del año: abrir una nueva entrada con los nuevos propósitos roleros para 2025. No soy muy de ponerme metas en el mundo del ocio, la verdad, ni luego de cumplirlas, pero a ver si alguna cae.