Hace unos días me quejaba de la cantida de bestiarios que se necesitarían para poder dirigir la campaña de Pathfinder 2 «la corona del rey kóbold», ya que en esa pequeña campaña se referencian monstruos de tres bestiarios distintos (el uno, el dos y el tres; por error, también se referencia el seis, pero ya vimos que era un problema de traducción), sin mostrar sus estadísticas.
Y eso me recordó a los problemas (alias «tiempo que pierdo en pensar en chorradas») que yo me he buscado a la hora de publicar algunas aventuras (publicarlas en el blog, no lo entendáis como algo profesional sino como «subir una aventura al blog»).
Ese tema de tener que usar diferentes licencias y saber qué puedes publicar o qué no para ser estrictamente legal (o en la medida de lo posible) me dio algunos quebraderos de cabeza, sobre todo, por culpa de querer adaptar una misma aventura a distintos sistemas.