Script de cabecera-índices

lunes, 7 de octubre de 2024

Procrastinando, que será gerundio

Pasan los días, semanas, meses, y las tareas frikis pendientes se acumulan y no progresan. Esta vida me obliga a procrastinar, eufemismo de moda para ver si por fin hacemos caso del dicho de «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy», pero a mí al menos no me ayuda.

Y es que la adultez, en especial con hijos (al menos en mi experiencia), no deja tiempo para zarandajas. El poco tiempo libre que me queda lo gasto en cosas sencillas, más pasivas, redes sociales que no aportan nada social y canales de streaming para saltar de un contenido a otro sin saborearlo. Lo que se traduce en que todas esas ideas que se me van ocurriendo se quedan en el tintero, un mogollón de bombillitas encendidas, apagándose poco a poco hacia la eternidad.

Mi propósito con este artículo es darme un toque de atención para dedicarle más tiempo a preparar o hacer cosas frikis y no dejar todo sin acabar. Porque ese es uno de mis principales problemas, que nunca acabo nada. Luego, mis jugadores más veteranos me lo echan en cara, y lo hacen con razón.

Es un artículo con propósito de enmienda.

Y es que, sin contar las pocas campañas de rol que dirijo a cuentagotas (ya solo dos con adultos y una con mis hijos; finalmente la de Voirlán con Mythras parece que ha acabado cayendo), tanto por problemas de agenda como por la depresión rolera que pasé desde finales del año pasado hasta mediados de este, tengo una lista con un montón de cosas pendientes que me encantaría hacer; pero no de ahora, no, sino alguna desde hace años ya:

  • Publicar ya por una vez, aunque sea en versión beta, el juego de rol con el nombre en clave «rol de paseo», que creo que acabaré llamando «la Moneda Mecánica». Llevo ya con él desde 2017 o 2018, cuando se me ocurrió paseando con mis hijos por Ezcaray, y las reglas básicas podrían explicarse en un par de páginas. Me quise complicar la vida explicando todo demasiado detalledo y se quedó ahí, en tareas pendientes. Debería hacer una versión sencilla, un «inicio rápido», y luego ya podría complicarlo después todo lo que quisiese. En toda mi vida rolera se me han ocurrido infinidad de sistemas y siempre acababa encontrando fallos en todas (algún día podría hacer un resumen de todas las que he ido probando), y por una vez que estoy orgulloso de un sistema que he creado (aunque sé que a mucha gente que lo ha probado no le convence), pues estaría bien que lo publicase.
  • Dedicarle también tiempo al otro sistema que quería hacer y probar, que es un pelín más antiguo que el de rol de paseo, un típico sistema de 2d10. Ese sí que está más olvidado, ya que solo hice la base y dejé muchas ideas en la mente, sin plasmar; pero me gustaría volver a él y hacer algo más robusto que el de rol de paseo.
  • Retomar la novela (o cuento largo) que comencé a escribir antes de la covid, cuando llevaba a uno de mis hijos a teatro. Una historia de goblins (o trasgos) que se me fue ocurriendo tras dirigir la primera partida de Pathfinder, la de «yo ser goblin». Comencé a planificar una campaña goblinera que no llegó a nada pero me dio ideas para escribir algo. ¿Y dónde se quedó? En el tintero electrónico, por supuesto.
  • Actualizar algunas aventuras que he subido al blog, para adaptarlas a varios sistemas de juego.
  • Publicar la aventura de Fate para Starcraft (Starcrafate), que yo creo que salió bastante decente.
  • Grabar tres vídeos para «las frikimemeces de Goznar». No, tampoco le dedico suficiente tiempo a mi yo más tonto.
  • Grabar un vídeo más serio para explicar cómo entiendo yo Fate, mi aporte para intentar entender mejor los aspectos. La cuestión es, ¿alguien sigue jugando a Fate?
  • Un artículo en el que quería contar mi experiencia final con los sistemas que he dirigido estos últimos tiempos, lo que más me ha gustado de cada uno y lo que menos, todo muy subjetivo: D&D 5, Mythras, Savage Worlds y, por supuesto, Fate.
  • Hablar de una curiosidad que me ha chocado mucho (para mal) al comprar la campaña de Pathfinder 2 «la corona del rey kobold».
  • Publicar un pequeño (muy pequeño) sistema de oráculo, para esas decisiones improvisadas con los jugadores, cuando no sabes si decirles si sí o no. Un sistema que daría las típicas posibilidades de sí, no, sí pero, sí y además, no pero, no y además; con una explicación estadística añadida, que he probado en tres o cuatro aventuras y me ha funcionado bien.
  • Hacer un par de artículos más para hablar de estadística aplicada a algunos juegos de rol. Que no le interesa a nadie, lo asumo, e incluso a alguno les puede horrorizar el hablar mucho de números y poco de interpretación y roleo, pero a mí me mola.
  • Comenzar a preparar de verdad la campaña de Sandbox para mis hijos, en lugar de dirigirles partidas sueltas de Pascuas a Ramos.
  • Agrupar todos los #microrrelato(s) tontunos en un tuit que he escrito desde 2018 y que ya acabaron en 2023 (salvo alguno suelto). No eran más que chorradas de pocos caracteres, pero me encantaba hacerlos, la verdad; tener una idea de algo nuevo que escribir casi a diario y darle vueltas a la cabeza para intentar escribirlo con cierto sentido «narrativo» en un tuit podría parecer una chorrada, pero me mantenía creativo de cierta forma.
  • Llevar los microrrelatos a otro blog, en lugar de mantener todo lo friki en un nuevo blog.
  • Leer más blogs o artículos frikis. Antes leía un montón de ellos, pero poco a poco la lectura rápida en redes sociales lo fue sustituyendo. Afortunadamente, todavía tengo instalado Feedly en el móvil y he podido recuperar los blogs frikis que solía leer antes (más otras cuantas joyas que he conocido estos días). Sin criterio ninguno de orden y según se me van ocurriendo: blog de una madre desesperada, runeblog, rol de los 90, EN World, the Angry GM, Mundos Inconclusos, Bebé A Mordor, ICv2, la Frikoteca, un paladín en el infierno, the Alexandrian, the Order of the Stick , Sayko 2k20 y unos cuantos más. Aunque antes compaginaba más blogs y redes sociales, poco a poco Twitter me consumió más tiempo. Pero el pajarito se ha acabado convirtiendo en X, una red no social, de la que me he ido/me ha ido desconectando poco a poco. El número de interacciones se ha reducido pasmosamente, no sé si porque muchos de mis «mutuals» han dejado de usarla; han descubierto lo poco interesante que soy; la propia red ha metido mucha mierda con su publicidad y sus «recomendaciones» (porque ella sabe más que yo lo que realmente me interesa); o quizá un poco de todo. Paso ya más tiempo en Mastodon que en Twitter, con una décima parte de seguidores y el doble de interacciones, pero tampoco mucho más. Lo bueno de esa desconexión forzosa es que me ha permitido volver a recordar lo que molaba leer blogs más a menudo.

Para cumplir ese propósito de enmienda, lo claro es que tengo que establecer unas prioridades realistas, pero descartando antes de ellos las cosas a largo plazo que no son nada realistas ahora mismo (el sistema 2d10 y la novela de goblins). Desconectar parcialmente de las redes sociales (léase X) me ha ayudado a despejar la mente; ahora me toca vencer a la pereza, la procrastinación y la desidia rolera.

2 comentarios:

  1. Menudo listado de cosas pendientes! Creo que la clave esta en lo que comentas al final: establecer prioridades y marcar metas realistas.
    Ánimo! Si de la droga se sale, de la procrastinación tambien...

    ResponderEliminar

Al introducir un mensaje, se mostrará el usuario Google con el que has realizado dicho comentario. En caso de no querer mostrarlo, por favor no insertes ningún comentario.