Llevaba un tiempo pensando si comprarme o no la corona del Rey Kóbold, una campaña de Pathfinder 2 que estaba en Tesoros de la Marca de segunda mano y a buen precio (24 euros de los 35 que cuesta y en perfecto estado). Tras haber jugado la partida de la última esperanza de Hondonada para Pathfinder Salvaje (Pathfinder para Savage Worlds), que se corresponde con la primera parte de la campaña mencionada, tenía ganas de saber cómo continuaba la historia.
La aventura de Hondonada la estoy dirigiendo por segunda vez, ahora a unos amigos para que viesen cómo funcionaba Savage Worlds, y les pregunté si estaban interesados en darle una segunda oportunidad a Pathfinder 2 y continuar con la campaña completa en dicho sistema. Al PF2 ya le habíamos dado la primera oportunidad durante la beta y en aquel momento no nos convenció mucho, pero esta era una buena razón para volver a probar. Así, además, uno de los jugadores podía probar Pathfinder 2, que le podía interesar porque D&D se le podía estar quedando pequeño.
Así que he tenido la excusa perfecta para adquirir esta campaña y darme así la oportunidad de estrenar el manual de bolsillo de Pathfinder 2, que básicamente me lo había comprado como libro de lectura más que como manual de juego. ¡Quién me diría que acabaría cayendo en la manos del PF2!
Y que conste, este artículo no es una reseña del libro en sí, sino de los sustos que me llevo en esta vida rolera.
Preparándome para leer la corona del Rey Kóbold |
La campaña
¿Qué relación tiene la aventura de Pathfinder Salvaje con la campaña de Pathfinder 2? Pues se trata de una colección de tres aventuras clásicas del Pathfinder original, «la última esperanza de Hondonada», «la corona del Rey Kóbold» y «hambre tienen los muertos», más una aventura adicional que es «la perdición de Droskar», unificándolas todas y reescribiéndolas para darle un mayor sentido de campaña que las anteriores aventuras sueltas.
Yo no he jugado a ninguna de ella, siempre he estado muy desconectado de campañas ajenas (hasta estos dos últimos años, que me he puesto a comprar campañas como si no hubiese un mañana), así que para mí todas son nuevas. Al menos hasta que dirigí la de «la última esperanza de Hondonada» gracias al mecenazgo de Pathfinder Salvaje de HT Publishers.
Vale, de momento no he hecho más que mirar muy por encima el manual, el típico manoseo para ver lo bien que está presentado el manual, si encajaba realmente la campaña con lo que ya habíamos jugado en Pathfinder Salvaje y comprobar que tiene mucha letra para leer.
El susto: demasiados bestiarios requeridos
Pero, durante la primera ojeada, hubo una cosa que me llamó mucho la atención: la gran cantidad de referencias que hay para los monstruos. Y no me refiero solo a muchas referencias en plan «goblin, mira en la página xxx del bestiario», sino también a referencias al bestiario 2, al «bestiary 3» [sic], ¡e incluso al «bestiary 6»!
Algunos ejemplos de cómo se mencionan los bestiarios |
Ahí ya me dio el patatús. ¿Está campaña te obliga a tener cuatro bestiarios? ¡Diantres, si es que ni sabía que había tantos! ¿Y por qué cuando indica la referencia al bestiario 1, siempre indica la página, pero nunca lo hace para el resto?
Eso me indignó bastante, así que me puse a investigar un poco para ver si realmente Paizo había sacado hasta seis bestiarios. Y, efectivamente, tiene seis, pero no era todo como yo me imaginaba.
Demasiados bestiarios y traducciones incorrectas
No costó buscar mucho por Internet para dar con unos cuantos hilos de Reddit que explicaban, al menos, la razón de la referencia al bestiario 6.
No, en la campaña de la corona del Rey Kóbold no se usa el bestiario 6, solo es una traducción incorrecta. Pero no es que sea una gran cagada de la traducción, sino que ni siquiera la gente de habla inglesa se enteraba mucho.
Realmente, cuando en la campaña en español dice Bestiary 6, sin página, está haciendo referencia a un monstruo del bestiario 1, al que hay que aplicarla las reglas adicionales de la página 6 de ese mismo bestiario (para convertirlo a un monstruo de élite). En la versión en inglés dice algo como «Bestiary 6 100» para referenciar a la página 100 en la que está el monstruo y la página 6 con las reglas de élite;, mientras que para referenciar a otros bestiarios indica «Bestiary 2, 100». Una coma de diferencia, intuitivo a más no poder.
Desde mi desconocimiento de editoriales (os recuerdo que el blog se llama Incultura Friki por algo), supongo que, al traducirlo, como Devir solo ha publicado los dos primeros bestiarios, la referencia a otros bestiarios (en este caso, el 3) las hace con el nombre en inglés y sin indicar la página (entiendo que por no referenciar un manual que no era suyo). Y, confundiendo la referencia a la página 6 con el bestiario 6 (como le ha debido de ocurrir a otra gente), directamente lo tradujo como «Bestiary 6» y le aplicó la misma regla de no indicar la página. Pero es todo un suponer.
En cualquier caso, ahí residía mi indignación: no en el error de traducción, porque ya era confuso incluso en inglés, sino porque en el libro no se muestran las estadísticas para todos los monstruos y parece obligarte a adquirir, de alguna manera (más o menos legal) varios bestiarios aparte del básico (asumamos que, al ser un sistema que la familia de D&D y el d20, el DJ siempre acaba adquiriendo el primer bestiario, aunque no tendría por qué). Y es que, para más inri, ni siquiera uno de los tres bestiarios requeridos está traducido.
Pero todo tiene una solución
¡Calma, calma, que todo tiene solución, incluso legal!
En mi caso, fueron los benditos packs que suele sacar esporádicamente Paizo en Humble Bundle con varios de sus manuales a buen precio y por una buena causa, que me permite disponer de ambos bestiarios en PDF.
Pero también son benditas las publicaciones en distintas webs de las SRD, donde podemos encontrar toda la lista de monstruos que necesitamos (como puede ser la publicada por Open Gaming Network, que incluye las SRD de un montón de sistemas; o la de Archives of Nethys para Pathfinder 1, 2 y Starfinder).
¡Susto inicial superado!
Sigo pensando que lo ideal y más cómodo sería tener las estadísticas en la propia aventura, pero al menos hemos encontrado con una solución barata para no ponernos a llorar desencantados con la campaña antes de jugarla.
Barriendo para casa: aventuras propias publicadas
Justo con este mismo problema, o algo parecido, me había encontrado yo a la hora de publicar mis propias aventuras. Pero, por no aburrir más, lo dejaré para el próximo artículo, que así es más fácil de digerir.
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