Tras cuatro meses sin dirigir al rol (la última vez que dirigí a mis peques fue
la aventura de la Torre de Tolomeo que he estado publicando estos meses atrás) y tras varias veces que me pidieran partida, decidí que había que superar la crisis rolera de los cuarenta y dirigirles algo, aunque fuese rápido y sencillo.
Un par de semanas atrás había surgido en mi cabeza una semilla de aventura, pero no era capaz de plasmarlo (ni siquiera en postits, que es como mejor se me da), así que decidí improvisar un poco.
Repasé varias de las aventuras que tengo por ahí compradas de una sola página (las típicas
one-page adventures) para ver si algún mapa me inspiraba para la aventura que tenía pensada y, adaptando uno de los mapas del
Forest Excursions como referencia, tire para adelante.
|
Preparándonos para la aventura |
Y nos montamos una partidita de
Savage Worlds (
Pathfinder Salvaje) de entre una hora y hora y media, en la que se incluyeron los típicos momentos de comprar equipo en el mercado. Para poco dio la aventura, que hubo que alternar con jugar a la vez con la más peque al
Monster Kit. Pero fue un rato muy entretenido, la verdad, que sirvieron para alejar los fantasmas de la crisis rolera.