Últimamente, gracias a las redes sociales y a la apertura que están recibiendo los juegos de rol, nos podemos encontrar en las redes sociales a gente pidiendo consejos y ayuda para sus primeras partidas de rol, ya no sólo como jugador sino como master. Y siempre hay gente dispuesta a dar buenos consejos, opiniones, recursos, gracias sobre todo a su experiencia con las muchas horas de partidas a sus espaldas como DJ. Eso está genial, cada uno cuenta lo que le va bien a sus partidas, tú puedes coger pequeñas ideas de aquí, de allá, sumar lo que te pueda venir bien y restar lo que no.
Pero, entre toda esa maraña de consejos que podemos dar y encontrar en la red gratuitamente, me encantó el artículo que hizo
@Funs_Athal al respecto:
No todo vale.
¡Yo también quiero dar consejos!
Me gustaría a mí ponerme a dar buenos consejos de cómo dirigir, pero no me siento con la autoridad moral para poder hacerlo. Pese a que llevo ya años dirigiendo (desde finales del 93), son tan escasas las partidas que he dirigido en los últimos años (la vida del adulto con hijos, ya sabéis) y siempre con el mismo grupo reducido, que poca experiencia práctica puedo aportar. Me gusta mucho leer reglas, inventármelas, jugar con las estadísticas, pero al final nunca tengo tiempo para ponerlas en práctica.
Pero sí que puedo contar mi propia vivencia, por si puede aportar algo. Así que este post es puramente personal. Al menos, para quitar un poco el miedo a lanzarse a la mazmorra. Porque,
lo importante para poder dirigir, es querer hacerlo y echarle ganas. Y contar con alguien de confianza con el que comenzar en este mundo, aunque ese alguien sea también novato. En esto no hay cursos a los que poder asistir, más allá de ser un jugador y tener un buen master del que aprender. Esto es mucha y divertida práctica.