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jueves, 7 de noviembre de 2024

De bestiarios y aventuras propias publicadas

Hace unos días me quejaba de la cantida de bestiarios que se necesitarían para poder dirigir la campaña de Pathfinder 2 «la corona del rey kóbold», ya que en esa pequeña campaña se referencian monstruos de tres bestiarios distintos (el uno, el dos y el tres; por error, también se referencia el seis, pero ya vimos que era un problema de traducción), sin mostrar sus estadísticas.

Y eso me recordó a los problemas (alias «tiempo que pierdo en pensar en chorradas») que yo me he buscado a la hora de publicar algunas aventuras (publicarlas en el blog, no lo entendáis como algo profesional sino como «subir una aventura al blog»).

Ese tema de tener que usar diferentes licencias y saber qué puedes publicar o qué no para ser estrictamente legal (o en la medida de lo posible) me dio algunos quebraderos de cabeza, sobre todo, por culpa de querer adaptar una misma aventura a distintos sistemas.

lunes, 7 de octubre de 2024

Procrastinando, que será gerundio

Pasan los días, semanas, meses, y las tareas frikis pendientes se acumulan y no progresan. Esta vida me obliga a procrastinar, eufemismo de moda para ver si por fin hacemos caso del dicho de «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy», pero a mí al menos no me ayuda.

Y es que la adultez, en especial con hijos (al menos en mi experiencia), no deja tiempo para zarandajas. El poco tiempo libre que me queda lo gasto en cosas sencillas, más pasivas, redes sociales que no aportan nada social y canales de streaming para saltar de un contenido a otro sin saborearlo. Lo que se traduce en que todas esas ideas que se me van ocurriendo se quedan en el tintero, un mogollón de bombillitas encendidas, apagándose poco a poco hacia la eternidad.

lunes, 12 de agosto de 2024

Descolgando los dados

He colgado los dados de rol. Temporalmente, no por mucho tiempo. Han pasado algo más de 4 meses desde que dirigí la última partida de rol (finales de marzo) hasta que he vuelto a dirigir otra aventura, aunque fuese a mis hijos. Pero en este tiempo me había planteado seriamente dejar el rol para siempre, no dirigir nada más y solo continuar con una campaña como jugador, la única que tengo ahora en agenda, que es la fantástica campaña que nos está dirigiendo Prefauko a Strahd. Pero no jugar nada más. Cero.

A colgar los dados

viernes, 19 de agosto de 2022

Sombras sobre Voirlán, Pathfinder Salvaje y Mythras

Hoy toca hablar sobre mezclas (quizá raras) en el mundo del rol.

Específicamente, de tres cosas:

  • sobre una campaña de la editorial Shadowlands para D&D, Sombras sobre Voirlán;
  • sobre el juego de rol un juego de rol Pathfinder Salvaje (de Pinnacle, publicado en español por HT Publishers), que no es ni más ni menos que una adaptación del Savage Worlds para el mundo de Pathfinder (primera edición) de Paizo;
  • y sobre un juego de rol y un suplemento: Mythras (antes conocido como Runequest 6) y el suplemento Fantasía Clásica, ambos de The Design Mechanism y publicados en español por 77 Mundos (ya puestos a poner enlaces, Mythras tiene una versión resumen, llamada Mythras Imperativo, que se puede descargar gratuitamente).

¿Y entonces, de qué voy a hablar? Pues de cómo, en ocasiones, me gusta complicarme la vida.

 


martes, 11 de diciembre de 2018

Abuelo frikicebolleta: Mis inicios en el rol y como máster

Últimamente, gracias a las redes sociales y a la apertura que están recibiendo los juegos de rol, nos podemos encontrar en las redes sociales a gente pidiendo consejos y ayuda para sus primeras partidas de rol, ya no sólo como jugador sino como master. Y siempre hay gente dispuesta a dar buenos consejos, opiniones, recursos, gracias sobre todo a su experiencia con las muchas horas de partidas a sus espaldas como DJ. Eso está genial, cada uno cuenta lo que le va bien a sus partidas, tú puedes coger pequeñas ideas de aquí, de allá, sumar lo que te pueda venir bien y restar lo que no.

Pero, entre toda esa maraña de consejos que podemos dar y encontrar en la red gratuitamente, me encantó el artículo que hizo @Funs_Athal al respecto: No todo vale.

¡Yo también quiero dar consejos!


Me gustaría a mí ponerme a dar buenos consejos de cómo dirigir, pero no me siento con la autoridad moral para poder hacerlo. Pese a que llevo ya años dirigiendo (desde finales del 93), son tan escasas las partidas que he dirigido en los últimos años (la vida del adulto con hijos, ya sabéis) y siempre con el mismo grupo reducido, que poca experiencia práctica puedo aportar. Me gusta mucho leer reglas, inventármelas, jugar con las estadísticas, pero al final nunca tengo tiempo para ponerlas en práctica.

Pero sí que puedo contar mi propia vivencia, por si puede aportar algo. Así que este post es puramente personal. Al menos, para quitar un poco el miedo a lanzarse a la mazmorra. Porque, lo importante para poder dirigir, es querer hacerlo y echarle ganas. Y contar con alguien de confianza con el que comenzar en este mundo, aunque ese alguien sea también novato. En esto no hay cursos a los que poder asistir, más allá de ser un jugador y tener un buen master del que aprender. Esto es mucha y divertida práctica.

jueves, 19 de julio de 2018

Recordando el Tower of Doom

Vale, el anterior era un chiste muy muy malo, pero yo me he reído mucho conmigo mismo. Además, ¿qué se iba a esperar de una frikimemez?

Y es que el Tower of Doom me traen muchísimos recuerdos frikis. Ay, sí, me temo que toca momento abuelo cebolleta friki...

Para los que no lo conozcan, se trata de un juego de recreativa del 93 (aunque en un vídeo al final confirma que es del 94), de Capcom, basado en Dungeons and Dragons (con licencia de TSR, así que oficialmente era un producto D&D), donde podías manejar a uno de entre cuatro personajes: Un guerrero peleón, un enano muy resistente, un clérigo con sus conjuros defensivos y una elfa maga con sus conjuros de ataque.

El juego estaba genial, sobre todo si en la sala recreativa conectaban dos máquinas, ya que se podía llegar a jugar entre cuatro jugadores. Si encima ponían la botonera de 6 botones y no la de 3, ya era la bomba, pues necesitaba realmente 4 botones: Un botón para atacar, el otro para saltar o andar agachado, un tercero para usar el objeto especial (dagas, arcos, conjuros) y un cuarto para cambiar el objeto especial activo.